La planeación
o planeamiento es un accionar que está
vinculado a planear. Este verbo, por su
parte, consiste en elaborar un plan.
A través de la planeación, una persona u organización se fija alguna meta y estipula qué pasos debería seguir para llegar hasta ella. En este proceso, que puede tener una duración muy variable dependiendo del caso, se consideran diversas cuestiones, como ser los recursos con los que se cuenta y la influencia de situaciones externas.
A través de la planeación, una persona u organización se fija alguna meta y estipula qué pasos debería seguir para llegar hasta ella. En este proceso, que puede tener una duración muy variable dependiendo del caso, se consideran diversas cuestiones, como ser los recursos con los que se cuenta y la influencia de situaciones externas.
Toda planeación consta de distintas etapas, ya
que es un proceso que supone tomar decisiones sucesivas. Es frecuente que la
planificación se inicie con la identificación de un problema y continúe con el
análisis de las diferentes opciones disponibles. El sujeto o la compañía
deberá escoger la opción que le resulte más propicia para solucionar el
problema en cuestión e iniciar la puesta en marcha de un plan.
Cabe resaltar que, en un sentido amplio, la
planeación se realiza casi a cada momento, incluso en el día a día. Por
ejemplo, cuando una persona decide tomar un taxi para llegar a un cierto lugar, habrá planeado cómo viajar de
forma más rápida y efectiva. Sin embargo, también se puede
realizar a largo plazo y con decisiones que involucren a miles de personas,
como puede ser el caso de la planeación llevada a cabo en una gran corporación
multinacional.
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